UA

Y todo a partir de una “puñetera” sonrisa [01-06-2020]

 

Sonrío para mí pensando en que se necesitan diecisiete músculos para ejecutar una sonrisa. Quizá por eso muchas veces ha costado tanto arrancar alguna. Si ya muchas veces costaba ver sonrisas naturales por nuestras calles, ahora las mascarillas nos han vetado el disfrute de las pocas que pudiera haber.

 

No obstante, deberíamos sonreír con más asiduidad, aunque el horno no esté para bollos, pues la sonrisa relaja, nos hace sentir, nos da vida, y no es solo buena para nosotros mismos, sino también para quienes tenemos a nuestro lado.

 

Que bien saben unos buenos días por la mañana, aderezados por una sonrisa. Incluso en situaciones tan tremendas como la que nos toca vivir, endulzar con una sonrisa el amargor que todo empaña, que todo lastra, es un buen inicio de terapia colectiva.

Seria importante que dotáramos del valor que se merece a la sonrisa, a ese idioma universal que es, ese lenguaje no verbal tan importante como útil en tantas situaciones. Es el lenguaje de la conexión social y emocional, es el gesto de la confianza, es el mecanismo capaz de regalarnos una grata sensación de equilibrio y bienestar. Pocos gestos tienen un efecto tan poderoso en el cerebro como una sonrisa. A veces, con evocar un recuerdo agradable basta para dibujar una sonrisa en nuestro rostro, o lo mismo ocurre cuando cruzamos una cómplice mirada y devolvemos la sonrisa a alguien que queremos.

 

Pero no solo se trata de un tema puramente emocional, tiene su parte química y académica la demostración de lo que pasa en nuestro cerebro cuando sonreímos, varios estudios neurológicos lo avalan. Uno de esos estudios llevado a cabo en la Universidad de Munich, llego a la conclusión de que sonreír genera unos efectos en el cerebro similares a los que provoca la ingesta de chocolate. Y no solo seria equiparable este efecto, sino que una sonrisa genera, en cuanto activación cerebral se refiere, lo equivalente al consumo de doscientas tabletas de chocolate, exagerado verdad, yo también he flipado.

 

Por tanto sonreír es un acto terapéutico para nuestro cerebro, con un principal efecto reductor del estrés, que tanta falta nos hace. Lo consigue al regular y disminuir la presencia de cortisol en la sangre, aumentando por contra la presencia de neuroquímicos tan beneficiosos como las endorfinas, la serotonina o la oxitocina. Es increíble la capacidad de generar su farmacopea particular que tiene nuestro organismo, y todo a partir de una “puñetera” sonrisa.

 

Lo que sucede en nuestro cerebro cuando sonreímos es tan poderoso y saludable que deberíamos hacerlo cien veces al día, y si es posible en compañía, ejercitando este arte con los nuestros para crear maravillosos momentos de distensión, donde dejar que la música de las risas nos acompañen. Y también, por qué no, dibujar una sonrisa en nuestras mascarillas, parece una bobada, pero cómo cambiaría la experiencia del caminar por las calles con la sonrisa dibujada…sin olvidar la sonrisa interior, claro, pues si es importante sonreír por fuera, como espejo de nuestra alma, lo es más aún sonreír por dentro. De ahí nacerá una forma distinta, más agradable, de afrontar los retos, que siempre van a ser los mismos, con sonrisa o sin ella…por eso yo prefiero sonreír.

 

Buen día a tod@s!!!

 

Os quiero Bandid@s!!!

“…a veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa, pero en otras ocasiones, tu sonrisa puede ser la fuente de tu alegría.” Thich Nhat Hanh

…van un francés, un turco y una irano-israelí…..y falta el español para un chiste, ¿no?…pues no es Light in Babylon, este curioso grupillo… hay os dejo con su tema “Gypsy Love”….para bailar alegremente esa mezcla oriental y mediterránea…a mover la cintura chic@s!!!

el-pinche-feliz

Aquí a diario Mis Gastrotapasdesde la “Oronja Home”
https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA