Evitarás que la salsa bechamel te salga con grumos si añades la sal a la mantequilla antes que la harina y la leche.
Otra forma para evitar grumos, tras haber añadido la harina a la mantequilla fundida y revuelto bien para ligar perfectamente el compuesto, se añade la leche fría de una sola vez y se revuelve enérgica y vivamente. La salsa te quedará lisa y sin grumos.
Y si la bechamel tuviera que esperar, para evitar la formación de la antipática costra, tiende un trozo de papel plástico sobre su superficie.