– Las cartas de la baraja se limpian con un algodón impregnado en agua jabonosa y un poquito de sosa. Plánchalas luego interponiendo un papel de seda.
– Para limpiar la baraja de cartas, dispónlas sobre una servilleta grande, espolvoreando previamente sus dos caras con polvos de talco.
Cúbrelas con otra servilleta y frótalas a través de ella con la palma de la mano.
Verás cómo vuelven a deslizarse con suavidad.
Si consideras que con esto no basta, puedes proceder a una limpieza más a fondo frotándolas una por una con un algodón mojado en alcohol alcanforado.