– Para proteger las plantas de las heladas invernales, interpón entre la tierra y el tiesto una hoja de ese plástico con burbujas de aire que se emplea para envolver los objetos frágiles.
– Si las heladas son corrientes, conviene entrar algunas plantas y tratarlas como si fueran de interior. Es el caso de los geranios, fucsias, buganvilias, hibiscus, etc.
Escoge para ellas un lugar bastante fresco, como pueda ser una galería o una habitación que reciba poco calor de la calefacción.
No las pierdas de vista: quítales las hojas secas y flores marchitas y, en el caso de los hibiscus y buganvilias, procede eventualmente a una ligera poda.
Regula los riegos en función de las temperaturas exteriores, menos riegos cuando las temperaturas bajan.
Trátalas rápidamente si sufren el ataque de algún parásito.
Evítales temperaturas altas, y ventila la habitación en que se hallen acogidas durante las horas más cálidas del día, salvo en período de heladas.