El procedimiento ordinario de divorcio debe tener una causa específicamente establecida por la Ley de Divorcio; a saber:
El mutuo consentimiento.
Incompatibilidad de caracteres.
Ausencia de cualquiera de los cónyuges, decretada por el tribunal.
Adulterio
Condenación de uno de los cónyuges a una pena criminal.
Servicias o injurias graves cometidas por uno de los cónyuges respecto del otro.
Abandono voluntario del hogar por uno de los cónyuges.
Alcoholismo y/o drogadicción.