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El sombrero es una herramienta magnífica contra el envejecimiento
facial que provoca el sol y debería recuperarse su uso, según indicó
Agustín Alomar, presidente del comité organizador del Congreso Nacional
de Dermatología al que asisten más de 1.500 especialistas.


ha recordado que en Australia, en donde el riesgo de enfermedades
provocadas por el sol es muy alto por la destrucción de la capa de
ozono, el sombrero de ala ancha se está convirtiendo en un complemento
de protección habitual, y que hay que tener en cuenta que la exposición
al sol es acumulativa. Para este facultativo es muy importante proteger
a los niños y a los adolescentes, porque en esta etapa crítica la
destrucción que se produzca de la dermis es la que determinara 30 años
después su calidad de la piel y la aparición de problemas, que cada vez
se ven en personas más jóvenes, coincidiendo con la moda del moreno de
hace unos años.

Saber tomar el sol


Tras insistir en que hay que saber tomar el sol con las medidas de
protección adecuadas, también se refirió al riesgo que tienen las
máquinas de rayos UVA cuando se usan de forma habitual y sin tener
además en cuenta el peligro que puede suponer hacerlo cuando se está
tomando medicación como tetraciclinas, fármacos contra la diabetes o
contra el colesterol. “Para casos puntuales – dijo -, una novia que
quiera tener buen color para que destaque su traje blanco o una
situación similar, los rayos UVA son una buena solución y no resultan
peligrosos, pero el hábito que se genera en muchos casos parar
mantenerse moreno todo el año es malo”.


Una opción inocua, ha dicho Agustin Alomar, para tener buen color sin
problemas son las cremas que ponen morena a una persona sin tomar el
sol y que tiñen la piel, “aunque hay que saber ponérselas para que
queden homogéneas, duran pocos días por la renovación constante de la
piel y no tienen el componente de placer de los otros métodos. Según
Agustín Alomar, un estudio del Hospital de San Pablo de Barcelona hecho
a partir de 20.000 visitas constata la relación del sol con los
cánceres cutáneos, ya que de 1.211 casos detectados en estos pacientes,
886 eran basocelulares, los más típicos de personas jóvenes, y de ellos
el 71 por ciento estaban situados en cabeza y cuello.



La doctora Montserrat Pérez, especialista en dermatología exótica del
hospital de San Pablo, ha dicho que se observa un descenso de la
gonococia y la sífilis, dos enfermedades venéreas, aunque no se
descarta que pueda suceder con ellas como con la tuberculosis, que tras
años de recesión ha reaparecido, un fenómeno que se está dando en la
Europa del este. En el XXIX Congreso Nacional de dermatología tratara
también, entre otras cuestiones, del rejuvenecimiento facial y de que
pruebas diagnósticas son las más adecuadas en cada caso.

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