– Estando embarazada de mi pequeña Valery, estuve separada de mi esposo por primera vez y al principio hubo momentos en los que me sentí muy sola pero hubo una compañía… Un ser que siempre estuvo a mi lado … Ángel, duende ó gnomo, me cuidó y protegió de cualquier peligro.
En sueños siempre escuchaba un sonido angelical que me guiaba y alegraba los días.
Doy gracias por esos seres que no conocemos pero que siempre se preocupan por nosotros…
Hoy Valery tiene ya dos años y ella, por lo que puedo apreciar, aún ve a esos seres protectores a su alrededor.