– Nunca he sido religioso pero hoy me dio por escribir aquí pues estoy en mi casa totalmente solo, con un frío tremendo y al leer tantas historias sobre Dios se me abre la posibilidad de decir, ¿será verdad? Yo también tengo una historia para ustedes…
Hace tiempo mi bisabuela murió y yo no estaba triste. Mi madre si porque había convivido mucho con ella desde pequeña. Hace un par de horas estaba observando unas fotografías de cuando era un niño y recordé que en una de las fiestas de mi niñez mi bisabuela fue a mi casa y me dijo que la fiesta estaba muy buena. En ese momento, junté las dos ideas y entonces de la nada apareció una imagen de mi bisabuela diciéndome que estaba feliz de estar descansando.
No sé si esto lo pueda a saber ella, pero si me puedes leer… créeme que siento mucho eso de no llorar una sola lágrima el día de tu muerte.
