Sí. La forma de la boca y los labios delatan ciertos rasgos de la personalidad.
La boca grande es símbolo de sensualidad, sinceridad y vitalidad, mientras que la pequeña es propia de sujetos refinados y algo frívolos.
Cuando está muy próxima a la nariz revela un carácter espontáneo, ingenuo e imprudente; si la separa cierta distancia, denota una personalidad reservada y un férreo control de sí mismo.
Los labios delgados acompañan a sujetos duros y fríos, y los gruesos son patrimonio de los amantes del placer y la comodidad.
La barbilla también juega su baza, de tal forma que una barbilla prominente es propia de individuos que hacen gala de una gran fuerza de voluntad, al contrario que la barbilla huidiza, propia de personas abúlicas e indolentes.
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