Existen numerosos remedios naturales que ayudan a relajarse y recuperar el equilibrio tras una situación estresante.
Infusiones de hierbas. Para suavizar el estrés, algunos expertos recomiendan una infusión con tomillo, menta y azahar. Filtrarla y tomar una taza al levantarse y otra al acostarse. La cantidad de hierbas en conjunto no debe ser más que la que cabe en una cucharadita normal de café.
Baños de sol. Está demostrado que la luz ultravioleta procedente del sol previene numerosas enfermedades infecciosas y ayuda también a levantar nuestra estima, aunque también es cierto que una exposición excesiva puede resultar perjudicial, debido al debilitamiento de la capa de ozono.
Aromaterapia. Se basa en el uso terapéutico de los aceites esenciales de las plantas. Puede aplicarse por medio de masajes o bien en aerosoles o difusores de aromas. Plantas como la lavanda y la menta están indicadas para aquellas personas que sufren estrés con insomnio o hipertensión, mientras que el geranio, la rosa, la mandarina, mejorana o azahar reúnen propiedades relajantes.
Hidroterapia. Sus orígenes se remontan a las clásicas Grecia y Roma. Cuando se busca un estado de relajación se emplea el agua caliente por su acción dilatadora sobre los vasos sanguíneos y estimulante sobre los tejidos, que debe ser finalmente completado mojándonos con agua fría.
Cromoterapia. Puede ayudar a encontrar un estado de paz mediante sesiones que combinan la luz con masajes. De todos es sabido que existen unos colores que relajan y otros que excitan o, incluso, irritan.
Talasoterapia. Es similar a la hidroterapia, pero en este caso se utiliza agua de mar que posee innumerables sustancias beneficiosas para el organismo humano, como el yodo, calcio, sales minerales, etc. Se sumerge el cuerpo completamente en agua de mar y se completa el tratamiento con ejercicios físicos, mascarillas corporales, burbujas relajantes, etc.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.