– Para conseguir que los visillos estén muy blancos no hay más que ponerlos a remojo en agua con levadura química.
– Ponlos en remojo toda la noche en agua tibia con sal.
Luego los lavas normalmente y te quedarán como nuevos.
– Para que los visillos blancos recuperen su blancura original, añade como medio kilo de bicarbonato sódico al última agua de aclarado.
– Si eran de una tonalidad crema y, por efecto del sol, hay zonas de distintos tonos, déjalos toda una noche a remojo en una infusión de té.
Éste será tanto más cargado cuanto más oscuro sea el color que pretendas para los visillos.