– Dos son las razones que aconsejan la inclusión de las legumbres en la dieta habitual: su bajo contenido en grasas y su gran riqueza en fibras.
Por su alta proporción de hidratos de carbono y proteínas, las legumbres constituyen un alimento indicado para quienes desarrollan habitualmente una actividad física intensa.
Las lentejas, por ejemplo, están indicadas en los casos de anemia y en los períodos de convalecencia.
– Por el contrario, a causa de su alta concentración proteica, las legumbres están contraindicadas en afecciones como artrosis, gota, reúma y arteriosclerosis, así como en la dieta de personas de edad avanzada.
Tampoco es recomendable que las consuman obesos y diabéticos, ni quienes adolecen de un aparato digestivo débil.
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