– Un par de bastoncillos de vainilla en una bolsita de tela fina bastan para perfumar el armario de la ropa blanca.
Y si lo que quieres perfumar es tu sueño, mete la bolsita en tu almohada.
Puedes ambientar también una habitación, humedeciendo una bombilla – antes de encenderla, por supuesto – con unas gotas de extracto o esencia de vainilla.
Y lo mismo puedes hacer con tu baño.
La vainilla tiene efectos sedantes sobre personas que se excitan o angustian con facilidad.