– Si trabajas en casa, convierte en hábito el levantarte todos los días a la misma hora y ponerte a trabajar, según el empleo del tiempo que hayas establecido de antemano.
Cuando hayas conseguido una mecánica, ya relajarás el criterio.
– Acostúmbrate a exigirte a ti misma/o y a no engañarte.
– Cuidado con el teléfono y con las visitas inesperadas de quienes no comprenden que se pueda estar en casa trabajando realmente.
– El contestador automático es indispensable parta filtrar las llamadas de los amigos en las horas punta y las de los clientes cuando consideres que tu jornada laboral ha concluido.
– Para no sentirte aislada/o, acostúmbrate a comer o a tomar un café fuera un par de veces por semana.