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La Arcilla Terapéutica para uso interno, esta preparada para este fin concretamente.

Al tomarla durante el paso, de la boca al estómago y a los intestinos, la arcilla da fuerza y vitaliza todo el organismo, con las pequeñas partículas radioactivas de la arcilla estimulan las mucosas que tapizan todo este recorrido, activando también las funciones digestivas, en su recorrido por todo el Sistema Digestivo.

Renueva todas las células debilitadas, aporta al organismo, en forma asimilable, la más asimilable después de las frutas, todas las sales minerales que necesita (calcio, hierro, magnesio, sílice, potasio, etc.) que, en la alimentación habitual faltan muy a menudo.

Luego, absorbe todas las toxinas, los venenos, las bacterias, los gases putrefactos, las fermentaciones, las acideces que encuentra en el organismo, purificándolo integralmente.

Las sales minerales, en la constitución de los tejidos, en la formación de los huesos, de los dientes, de la sangre, son de una necesidad vital, sobre todo para los niños de edad de crecimiento, y habría que hacerles beber agua de arcilla. Todas las personas anémicas, linfáticas, desmineralizadas, las madres lactantes y las mujeres en cinta deben hacer un uso interno continuo de arcilla, a causa de su gran poder remineralizante.

Muchas enfermedades tienen por causa la carencia de sales minerales, para tratar estas enfermedades, nada mejor que la Arcilla Terapéutica de uso interno.

La gota, la arteriosclerosis, la diabetes, las enfermedades de la piel y de la sangre, del hígado y de la bilis, de los riñones, deben ser tratadas por la Arcilla Terapéutica de uso interno.

Después de una semana de cura, se constata un aumento de glóbulos rojos de la sangre y un color más sano de la piel. Los glóbulos rojos hallan en la arcilla una nueva energía que les ayuda a rehacer las células débiles. La arcilla da una sangre más rica, reconstruye los tejidos, facilita las funciones renales, del hígado y del bazo que mejoran poco a poco y la curación se afirma, pero es preciso perseverar.

Dado que la Arcilla Terapéutica estimula las mucosas, es soberana en las enfermedades de las vías digestivas. Todos los males del estómago y de intestinos son curados radicalmente por su absorción vía interna.

Las dosis y su forma de administración variará según el tratamiento, pero siempre tendremos muy presente que la tenemos que mantener en agua mineral o agua destilada unas cuantas horas antes de su toma, si bien por las mañanas y nada más levantarse es muy importante tomarla, dejando por la noche descansar la cucharadita pequeña (Recordemos que no ha de tener contacto con el metal), en un vaso de agua mineral o destilada, para que nada más levantarse por la mañana, moverla para realizar la toma, terminándola de limpiar de quedar un poco de arcilla en el fondo, añadiendo un poco más de agua.

Los primeros días, para empezar a acostumbrar al Cuerpo, podemos tomar la Arcilla Terapéutica de uso interno, sin removerla, simplemente tomando el agua del vaso y dejando depositada la Arcilla Terapéutica de uso interno en el fondo del vaso.

Otra de las formas más comunes, es la de preparar la toma por la mañana, para tomársela por la noche antes de ir a dormir, lógicamente unas tres horas después de cenar. Este procedimiento es aconsejable para las Personas que tienen estreñimiento.

En las tomar de Arcilla Terapéutica de uso interno, las podemos potenciar con extractos de Plantas Medicinales que pondremos antes de tomarlas.

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