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El significado de las palabras

Todavía hay una gran cantidad de vocabulario que le resultará desconocido pero es probable que no siempre te pregunte sobre el significado de palabras que desconozca.

Para ampliar su vocabulario y cerciorarte de que comprende el significado de cada palabra podéis jugar a “veo, veo” utilizando sílabas en vez de letras o a “decir palabras que empiezan por…”. Son juegos que no requieren especial atención y pueden realizarse en espacios cortos de tiempo, como traslados en coche, durante el baño, mientras se cena…

Habla con él: le ayudarás a crecer

A partir de los 4 años los niños son mucho más reflexivos. Observarás en tu hijo que ya no se lanza a hablar sin pensar, con la verborrea característica de los 3 años. A partir de los 4 ó 5 años se hará consciente de su propio pensamiento y podrá disfrutar inventando historias y diálogos entre personajes imaginarios. Son comunes expresiones del tipo de “mamá, puedo hablar y tu no me oyes” o “eso me lo digo yo a mi mismo”.

Puedes ayudarle a cultivar este descubrimiento hablando mucho con él. Síguele el juego y contéstale siempre. Cuando mayor sea su vocabulario y más experimente con su imaginación, mayor será su facilidad para pensar y expresar sus sentimientos. El diálogo es especialmente importante en esta etapa en la que se está alejando cada vez más de la protección del nido familiar. Si es capaz de expresarse correctamente tendrá un arma inestimable para enfrentarse al ámbito escolar con garantías de éxito.

Niños de 4-6 años: Desarrollo del lenguaje

El lenguaje escrito

A partir de los 4 años la gran mayoría de los niños están preparados para interpretar el leguaje escrito. Algunas teorías como la de Doman o el método de Kovac proponen los 2 años como la edad ideal para comenzar este aprendizaje, pero en líneas generales los niños no comienzan a leer hasta los 5 ó 6 años.

Muchos padres están impacientes por enseñar a su hijo a leer. Si decides tomar esta iniciativa ten en cuenta que nunca debes forzarle. Cada niño lleva su propio ritmo de aprendizaje e intentar obligarle causaría el efecto contrario: el desinterés por la lectura.

Si tu hijo ya va al colegio comenta con su maestro tu intención e infórmate de qué es lo que están haciendo en la escuela infantil. Déjate orientar por su criterio profesional y disfruta de una de las fases más sorprendentes del aprendizaje. Para muchos niños descubrir la lectura es casi mágico.

Hay mucha literatura infantil dedicada a los “primeros lectores”. Una práctica interesante puede ser acudir con regularidad a una biblioteca pública para fomentar el interés lector y proporcionar nuevos y constantes estímulos a la lectura.

 

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