ADENOIDISMO. ¿Qué es y cuáles son los síntomas?
Alteraciones y trastornos que
sufren algunos niños, producidos por hipertrofia o hiperplasia aumento
de volumen de la amígdala faríngea o vegetaciones adenoides, que
obstaculizan el paso de aire a través de las fosas nasales.
Localización anatómica: Rinofaringe.
Síntomas: Ronquidos, voz nasal y cambio en
el timbre de voz, atrofia de los músculos del ala de la nariz, paladar
ojival y pómulos poco prominentes. En el lactante, dificultad para la
alimentación, sequedad de mucosas y babeo espeso.
Pronóstico (gravedad): No reviste gravedad con un tratamiento adecuado que evite posibles complicaciones.
Causas: Hiperplasia de los ganglios y de
los tejidos de los ganglios linfáticos, infecciones repetidas en la
rinofaringe, que dan lugar a una formación de la amígdala faríngea
hipertrofiada, y, en ocasiones, tuberculosis, que debería tenerse en
cuenta para evitar una intervención quirúrgica.
Factores de predisposición: Notable
desarrollo de las amígdalas palatina, lingual y faríngea, que ocasiona
la obstrucción de las vías respiratorias superiores y las trompas de
Eustaquio, causante de todas las alteraciones propias del adenoidismo.
Posibles complicaciones: Rinitis,
sinusitis, desnutrición, diarreas por infección hematógena, sordera por
otitis media crónica, deformaciones dentales y fiebre reumática.
Tratamiento: La intervención quirúrgica
está indicada en niños de más de tres años cuando existan alteraciones
infecciosas. Si se trata de procesos agudos, se administrarán
antibióticos por vía general y local.
Prevención: En el caso de lactantes debe lograrse una buena hidratación. En niños se recomienda una buena educación respiratoria.