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Adentrarse en los entresijos del cuerpo

 

El diagnóstico por imágenes gana terreno frente a la cirugía exploratoria a través de sofisticadas armas como la ecografía, la resonancia magnética, los rayos X y los escáneres nucleares, métodos que permiten adentrarse en los entresijos del cuerpo y detectar la presencia de una enfermedad en fases cada vez más tempranas.

Como por arte de magia, las nuevas técnicas de diagnóstico por imágenes penetran el interior del organismo y desde el exterior ofrecen una visión muy certera de lo que acontece carne adentro sin necesidad de recurrir a la cirugía exploratoria.

Con más de cien años a cuestas, los rayos X ostentan el récord de antigüedad en la materia. Este instrumento sigue siendo válido porque permite detectar los cambios que se producen en los tejidos orgánicos, en especial trastornos óseos y tumores que toman asiento en las mamas o los pulmones. Además, también se emplean para visualizar el tracto gastrointestinal.

ecografia

Ecografía o el lenguaje del sonido

La ecografía, aplicación estrella del ultrasonido, abandera una técnica de diagnóstico que combina ondas sonoras de alta frecuencia con tecnología informática. El especialista recorre el área del cuerpo a examinar con un aparato manual que traduce el sonido que emana del interior en ondas sonoras. A continuación, el ordenador transforma éstas en imágenes.

Se utiliza fundamentalmente para examinar órganos internos y resulta de gran utilidad en la visualización de tumores. Es el método más común para seguir la evolución del feto durante el embarazo, mientras que el ecocardiograma permite ver los movimientos del corazón. Con esta sofisticada herramienta se puede observar hasta el paso del flujo sanguíneo.

La resonancia magnética

La resonancia magnética está especialmente diseñada para analizar en profundidad el cerebro, el cuello, la espina dorsal y los tejidos blandos. También resulta muy eficaz a la hora de valorar problemas musculares y óseos. Se trata de un ordenador capaz de confeccionar imágenes de cortes de tejido a partir de las señales generadas por un poderoso campo magnético y ondas de radio.

La prueba, cuya duración oscila entre quince minutos y una hora, consiste en introducir al paciente tumbado en un cilindro de grandes dimensiones. Ante los ruidos que se producen en su interior, suelen facilitarse tapones para los oídos o auriculares con música. Puede resultar molesta para las personas que sufren claustrofobia, en cuyo caso se les administra medicación. En determinadas observaciones, se inyecta contraste.

A través del escáner

La Tomografía Axial Computerizada (TAC) se basa en el uso del escáner. Tan sofisticada arma, que permite detectar tumores, infecciones y hemorragias, tiene la capacidad de reproducir con calidad fotográfica imágenes de órganos internos. Lo habitual es emplear un contraste parta visualizar la zona que se pretende examinar. En su evolución, estos escáner cada vez se muestran más rápidos, como el TAC helicoidal, que escanea todo el cuerpo en tan sólo 30 segundos.

En el campo de la tomografía brillan con luz propia los escáner nucleares. Su misión no es visualizar la estructura de los órganos y tejidos sino su funcionamiento. Se realiza mediante la introducción de material radioactivo en mínimas dosis, generalmente en inyección, para ir tomando imágenes conforme éste transita por los órganos a examinar. Dentro de las técnicas de escaneo nuclear también se hacen notar la tomografía de emisión de positrones (PET) y la tomografía computerizada de emisión de fotones (SPECT).

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