– En beneficio de tus pies y de tu columna vertebral no te calces zapatos de tacones demasiado altos.
Unos tacones muy altos obligan a que el peso del cuerpo descanse sobre los dedos de los pies, los cuales, como consecuencia, se aplastan contra los zapatos.
Esta posición puede provocar a la larga la aparición de callos, durezas, juanetes e incluso, en el peor de los casos, deformaciones en la bóveda de la planta.
Procura que tus tacones no tengan más de 5 cm. como máximo, y si la elegancia te fuerza a superarlos, que sea una excepción.