Los hules auténticos, los antiguos, se limpian generalmente con agua jabonosa, evitando el empleo de detergentes.
Para una limpieza a fondo, puedes recurrir a cualquiera de estos procedimientos:
– Una salsa vinagreta, es decir, una mezcla de aceite y vinagre.
– Un huevo batido con una cucharada de azúcar en polvo y mezclado con medio litro de agua fría.
– Una clara de huevo montada a punto de nieve.
– Una mezcla de tres partes de aceite de linaza, una de vinagre de alcohol y otra de fécula; emulsionar la mezcla y aplicar frotando con un paño de lana.