– Las plantas grandes plantean más de un problema cuando hemos de trasladarlas.
Para que durante el traslado no caiga tierra de la maceta, cubramos ésta con papel de plata o metamos la maceta en una bolsa de plástico y cerrémosla en torno al tallo.
Formemos un haz con las ramas, atándolas cuidadosamente con una cinta y procurando que no queden demasiado prietas o que la cinta no estropee las hojas o las ramas.
Una vez colocadas las macetas tumbadas en el coche, rellenemos los espacio huecos que queden entre ellas con papel de diario para amortiguar los golpes e impedir que se muevan durante el traslado.