– La ceniza de leña no debe tirarse si se tiene jardín o macetas, pues constituye un excelente abono para las plantas.
– Limpia la hojalata con un trapo embebido en aceite mezclado con ceniza. Frota luego con un paño de lana.
– Una botella de vino se limpia con ceniza de madera.
– Moja un trapo en agua, recoge en él algo de ceniza de madera, y limpia así los objetos de estaño.
– Limpia las baldosas de la chimenea frotándolas con un puñado de ceniza puesto sobre una esponja húmeda.