Existen dos tipos de hirsutismo, el congénito y el yatrogénico.
El primero viene provocado por causas genéticas, mientras que el segundo es el adquirido por causas de tipo externo.
El hirsutismo congénito suele producirse como consecuencia de un exceso en la producción de andrógenos (u hormonas masculinas) en los ovarios o las glándulas adrenales de la mujer. El origen puede ser genético o ser producto de un aumento en la sensibilidad de la raíz del pelo que provoque su proliferación.
El hirsutismo yatrogénico es provocado por diversos medicamentos. Entre estos destacan los anticonceptivos, la medicación que toman las mujeres transplantadas y los esteroides anabolizantes. Estos son consumidos por muchas mujeres deportistas para adquirir un aumento en la fuerza muscular.
En estos casos, el ovario puede estar alterado. Por sus características patológicas produce más andrógenos de lo normal. Así se ocasiona una anovulación. También puede tener andrógenos con otro origen diferente y del mismo modo afecta al ovario. Existen casos en los que hay mujeres que no pueden quedarse embarazadas al no ovular, resultado de tener un exceso de hormonas androgénicas.
Otro tipo de hirsutismo es el denominado idiopático. Es menos frecuente y lo sufren mujeres con gran cantidad de vello, pero que tienen una función ovárica normal. Son hirsutas pero se desconoce el origen y la causa. Una posible razón es la hipersensibilidad del receptor a los andrógenos. Su cantidad en la mujer que sufre este tipo de hirsutismo es normal. El problema reside en que al ser el receptor de la célula más sensible, la acción que ejercen los andrógenos es equiparable a las que generaría una mayor cantidad de los mismos.
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