Entre la gran variedad de ejercicios para estar a tono no hay que confundir entre los destinados a ganar masa muscular o hipertrofia, y los que aumentan el tono muscular, endurecen las distintas partes del cuerpo, y por otra parte los que ayudan a perder peso.
La diferencia radica en el número de veces que se realiza un ejercicio, las repeticiones y la velocidad de ejecución junto a la intensidad.
Para desarrollar un músculo, un ejercicio se debe repetir menos veces. Pero la intensidad y el peso añadidos deben ser mayores.
La rapidez de ejecución y el descanso entre las series, menor.
Para endurecer ese músculo se debe trabajar al contrario. Es decir, aumentarán las series, las repeticiones y la velocidad de ejecución.
Al contrario el peso disminuye y el descanso entre series será mayor.
El entrenamiento debe ser continuado, progresivo y gradual. Puede realizarse con cargas exteriores (como pesas o cintas) o con autocarga, es decir, el peso del propio cuerpo. La máxima fuerza se alcanza a los 25 años. Con la edad va descendiendo paulatinamente.
Por ello, antes de que aparezca el problema, el ejercicio es la mejor prevención.
Pero cuando es ya patente la flaccidez, se necesitan otro tipo de técnicas.
En otro caso la cirugía estética también ofrece soluciones aunque hay que pensar en ella como la alternativa a problemas extremos. Los resultados suelen ser buenos para problemas como el pecho caído. Existen también otras específicas para la flaccidez de las piernas. Para eliminar grasa de los brazos se suelen realizar liposucciones.
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