– No tires los envases de margarina o de manteca de cerdo.
Lávalos cuidadosamente hasta eliminar cualquier resto de grasa.
Son muy útiles para congelar salsas u otros alimentos.
Una vez congelados, no cuesta nada sacarlos del envase, convertidos ya en un producto de forma estable, envolverlos en papel de plata y etiquetarlos convenientemente.
Así podrás apilar las salsas cómodamente en el congelador y recuperar el envase para una futura utilización.