– Entre otras muchas cosas, pueden servirte también para deshacer los nudos que se forman a veces en una cadena o brazalete.
– Si en el momento de salir descubres una mancha en tu vestido blanco, y no te queda tiempo, disimúlala con polvos talco
– Si los cajones de los muebles no corren bien, frótalos en sus bordes con jabón corriente, manteca o polvos de talco.
– Espolvorea de cuando en cuando las gomas de las puertas de neveras y congeladores con polvos de talco. Duran más.
– Los muebles conservarán mejor el brillo si espolvoreas el trapo de limpieza con polvos de talco.
– Cubre con polvos de talco la corbata grasienta. Cepilla bien al día siguiente y plánchala por el revés interponiendo un paño húmedo.
– Si la puerta roza en el suelo, echa polvos de talco y averiguarás por la huella dejada al abrirla el punto que debes tratar.
– Si los zapatos nuevos te aprietan, échales polvos de talco en abundancia y verás como la cosa mejora.