– No mezcles cubiertos de plata con otros que no lo sean, pues corres el peligro de que se pongan negros.
– Si te has quedado sin producto para limpiar la plata, puedes salir de apuros frotándola con un algodón mojado en yogur.
– Una pasta formada por ceniza de cigarrillo y zumo de limón es muy útil para la limpieza de la plata. Pero enjuaga a fondo.
– El bicarbonato tiene infinidad de aplicaciones. Perfecto desodorante de axilas y pies, blanquea la dentadura y limpia la plata.
– Baña tus cubiertos de plata en agua muy caliente y dos o tres cucharadas soperas de sal. Quedarán perfectos.
– Las manchas de huevo en la plata se quitan muy fácilmente con sal fina.
– Limpia los objetos con baño de plata dejándolos dos horas en un baño de agua jabonosa caliente con bórax.
– Las joyas delicadas de oro o de plata recobrarán su brillo si las dejas una noche en un baño de alcohol de 90º. Déjalas secar en serrín.
– Puedes limpiar la plata con pasta de dientes. El resultado es excelente.
– Los cubiertos de plata se mantendrán limpios si los guardas junto con un trocito de alcanfor.
– Para conservar siempre brillantes los pequeños objetos de plata píntalos con esmalte de uñas.
– Los objetos de plata manchados de cera se lavan en agua jabonosa caliente o en agua amoniacada.
– Evita mezclar la cubertería de plata con otra que no lo sea porque te arriesgas a que oscurezca.
– Los guantes de goma no van bien para limpiar la plata porque ennegrecen y luego lo manchan todo.
– Para sacar brillo a la plata lo mejor es una mezcla de blanco de España y alcohol desnaturalizado.
– Si el estampado de una prenda se ha corrido, intenta salvarla hirviéndola en una olla con cualquier objeto de plata de ley.
– Cuando guardes las joyas de plata pon junto a ellas un trocito de tiza. Impedirá que oscurezcan.
– Limpia la plata con la pasta formada por ceniza de cigarrillo y el zumo de medio limón. Frota después con un paño limpio.
– Una mancha de huevo sobre la plata se quita espolvoreando con un poco de sal y frotando luego con un paño húmedo.
– El hollín de la chimenea constituye un excelente producto para limpiar la plata. Basta con frotar con él.
– Un objeto de plata conservará su brillo si lo mantienes al abrigo del aire envolviéndolo en una bolsa de plástico.
– Limpia un objeto de plata, que no haya de contener alimentos, hirviéndolo en agua con una hoja de papel de aluminio y sal.
– Para saber si un objeto es de plata basta con que lo cojas y lo sumerjas en un recipiente lleno de agua con sal. Si el color del objeto no cambia, querrá decir que se trata de auténtica plata.