– Si no te gusta el café recalentado, no por ello tires el café que sobró de mediodía.
Congélalo en cubitos.
De esta manera, por las mañanas, cuando quieras tomar un café con leche, no tendrás más que calentar la leche, echar uno o más cubitos de café en una taza y verter la leche hirviendo sobre ellos para obtener un excelente café con leche.