– En las casas que quedan cerradas durante meses, vale la pena prevenir la aparición de la humedad o de las polillas dejando dentro de los armarios varias ramas de laurel y un frasco de alcohol abierto.
– Si pones un recipiente con agua sobre el radiador para humidificar el ambiente, añade unas agujas de abeto para perfumar.
– Es conveniente aislar de la humedad las paredes donde se vaya a colocar una librería.
– Procura que la ropa de la plancha tenga el punto justo de humedad; si no es así, el gasto de energía aumenta.
– Si vives en una zona muy húmeda, pon un pedazo de papel secante en el fondo de los recipientes del arroz, la sal, el azúcar o la pasta para tenerlos al abrigo de la humedad.
Cambia el secante de vez en cuando.