– Los artículos frágiles deben empaquetarse adecuadamente para que no se rompan en el viaje. El envoltorio puede ser tan importante como el contenido. Antes de empezar a empaquetar, entérate de si la empresa que va a ocuparse del transporte exige condiciones especiales: por ejemplo, hay quien no acepta el papel como envoltorio o que no aparezca la dirección del remitente, etc.
– El mejor embalaje es siempre el embalaje original del objeto de que se trate. Por esto, especialmente cuando compres equipos electrónicos, procura plegar y guardar la caja y los moldes de porexpan que protegían los aparatos. Pueden servirte en el futuro.
– Con frecuencia resulta más económico enviar dos paquetes pequeños en lugar de uno grande. Entérate de estos extremos llamando por teléfono para averiguar tarifas y especificaciones. Averigua también si tienen servicio de recogida a domicilio y si lo facturan como extra.
– El recipiente más comúnmente empleado es la caja de cartón. Las hay constituidas por una capa de cartón fino, otras, más gruesas, se componen de dos capas de cartón, otras son de corrugado. Elige el segundo tipo, son las que mejor protegen el contenido.
– Las cajas nuevas son siempre mejores que las usadas, sobre todo porque éstas suelen llevar áreas impresas que pueden confundir al transportista.
– Elige una caja donde el artículo a empaquetar quepa holgadamente. No cojas nunca una caja donde el objeto entre muy ajustado y toque a las paredes.
– Si lo que tienes que transportar es frágil y de precio, empaqueta el artículo en una caja fuerte y luego métela en otra caja llena de material protector. No te contengas por temor a un mayor precio por el asunto del superior peso.
– Si no dispones de una caja adecuada, piensa en pedirla en la tienda, el colmado o el super más próximo. Las tienen en cantidad y estarán encantados de librarse de ellas.
– Para que los objetos que empaquetes lleguen en perfectas condiciones, es imprescindible utilizar un buen material aislante, que salvaguarde su integridad. Los materiales básicos son: las bolas de espuma (si recurres a ellas, que sean biodegradables, por favor), las palomitas de maíz y el papel de diario.
– Lo mejor son las bolas de espuma, pues son bastante elásticas y absorben bien los golpes; también rellenan bien los espacios vacíos.
Las palomitas de maíz son un bonito y ecológico material de protección. Es un producto barato y absorbe los golpes casi tan bien como las bolas de espuma, aunque no es tan elástico.
– El papel de diario arrugado en bolas trabaja casi tan bien como los otros dos materiales citados. Es el más barato de todos y tiene el encanto añadido de que cuando al cabo del tiempo deshaces el paquete, puedes sentir la nostalgia de releer las noticias de años atrás en el papel ya amarillo del diario. Sin embargo, tiene el inconveniente de que no es muy elástico y de que resulta negativamente afectado por la humedad.