– Los cepillos de uñas deben limpiarse de vez en cuando con agua avinagrada para eliminar los restos de jabón y suciedad.
– Si el cepillo de uñas es demasiado duro, rígido, pónlo a remojo en agua salada por espacio de 24 horas.
– Si el cepillo de uñas fuera demasiado blando, pónlo a remojo en una solución de agua fría, vinagre y alcohol, en cantidades iguales.