La leche materna es
el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo recién
nacido. No solo considerando su composición sino también en el aspecto
emocional ya que el vínculo afectivo que se establece entre una
madre y su bebé amamantado constituye una experiencia especial, singular
e intensa. Existen sólidas bases científicas que demuestran que la
lactancia materna es beneficiosa para el niño, para la madre y para la
sociedad, en todos los países del mundo.