1. Comprima la nariz en la zona más blanda, justo debajo del hueso. (Mínimo diez minutos)
2. Coloque a la victima sentada y con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante sobre un recipiente.
3. Ponga una gasa empapada en agua oxigenada en el orificio nasal que sangra introduciendola poco a poco.
4. Instruya al paciente para que respire por la boca y para que evite tragar sangre.
5. Aplique frío local sobre el lado que sangra.