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La diabetes tipo 2 es la forma de diabetes más frecuente en
personas mayores de 40 años. Se la conoce también como diabetes
del adulto, aunque está aumentando mucho su incidencia en adolescentes
e incluso preadolescentes con obesidad. En este tipo de diabetes
la capacidad de producir insulina no desaparece pero el cuerpo
presenta una resistencia a esta hormona. En fases tempranas
de la enfermedad, la cantidad de insulina producida por el páncreas
es normal o alta. Con el tiempo la producción de insulina por
parte del páncreas puede disminuir.

Causas

  • Factor genético o hereditario. La diabetes
    tipo 2 tiene mayor riesgo hereditario que la tipo 1. En
    casi todos los casos un padre o un abuelo tienen la enfermedad.
    En el caso de gemelos idénticos, si uno tiene la enfermedad,
    el otro tiene un 80% de posibilidades de desarrollarla.
  • Estilo de vida. El 80% de las personas
    que desarrollan diabetes tipo 2 tienen obesidad y no tienen
    una vida muy activa. El restante 20% a menudo tienen un
    defecto hereditario que causa resistencia a la insulina.

Diagnóstico

Las personas con diabetes tipo 2 pueden estar años con la glucosa
alta sin tener síntomas de diabetes. Muchas veces el diagnóstico
es casual al realizarse un análisis de sangre o de orina por
otro motivo. La poliuria, polidipsia, polifagia, fatiga y pérdida
de peso características de la diabetes tipo 1 también pueden
estar presentes.

Tratamiento

Al igual que en la diabetes tipo 1 es importante que la familia
aprenda lo máximo posible de la enfermedad. Al comienzo de la
diabetes ésta se podrá controlar en muchas personas con cambios
en el estilo de vida que incluyen una dieta normo o hipocalórica
y ejercicio físico diario. Es importante que los cambios en
el estilo de vida se realicen en toda la familia ya que así
entre todos ayudaremos al adolescente o niño a aceptarlos mejor.

Los controles de glucemia capilar
son muy importantes aunque no se esté utilizando insulina como
tratamiento. El mínimo recomendado son tres-cuatro al día. Los
objetivos serían tener una glucemia en ayunas < 120mg/dl y a
las dos horas de las comidas < 140mg/dl.

Si con estas medidas no se consigue tener un buen control metabólico
se añadirán pastillas (Antidiabéticos orales) o insulina. Existen
diferentes tipos de antidiabéticos orales, los más utilizados
son:

  • Metformina. Actúa reduciendo la liberación
    de glucosa del hígado. Puede ayudar a perder peso ya que
    disminuye el apetito. Los principales efectos secundarios
    son malestar de estómago, náuseas y diarrea.
  • Rosiglitazona y pioglitazona. Aumentan
    la sensibilidad a la insulina. Sus principales efectos secundarios
    son congestión nasal, dolor de cabeza, problemas hepáticos
    y ganancia de peso.
  • Sulfonilureas. Estimulan al páncreas
    para producir más insulina y por tanto tienen riesgo de
    producir hipoglucemia.
  • Repaglinida. Estimulan la liberación
    de insulina pancreática, se administran antes de las comidas.
  • Acarbosa. Retrasa la digestión de los
    hidratos de carbono. Puede producir flatulencia y dolor
    abdominal.

La insulina es otra opción terapéutica en las personas con
diabetes tipo 2. Si al debut de la enfermedad hay cuerpos
cetónicos
se precisará tratamiento inicial con insulina.
Durante periodos de enfermedades intercurrentes, muchos diabéticos
tipo 2 necesitarán pinchazos de insulina. Según la enfermedad
progresa muchas personas con diabetes tipo 2 precisarán insulina.

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