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HOMBRE: HACIA LA PARIDAD EN LO DOMÉSTICO

Los nuevos modelos de familia conllevan modelos más igualitarios en cuanto a lo doméstico se refiere. En este ámbito, el actual avance femenino hacia la igualdad está representado principalmente por dos acciones: el abandono de la dedicación total del tiempo propio a la familia, ya que las mujeres hemos pasado a dedicar más tiempo al trabajo remunerado, las actividades de tiempo libre y la política, y por otro lado el reclamo a los varones de corresponsabilización en el trabajo doméstico.

No existen muchas investigaciones que nos digan como corresponden los hombres a estos cambios, pero las pocas que existen nos dicen que:

  1. En España el 85% de los varones creen que la mujer tiene derecho a trabajar fuera de casa.
  2. El 40% piensan que las tareas domésticas deben repartirse.
  3. El 50% de los varones que conviven en familia, no realiza ninguna tarea en el hogar.
  4. En relación al uso del tiempo libre, los varones durante la semana disfrutan de media hora más que sus parejas y tres durante los fines de semana.
  5. En relación a los niños los hombres se implican un poco más que en las tareas domésticas, pero solo en actividades lúdicas y agradables y no en el resto de actividades de la crianza.
  6. En lo respectivo al cuidado de ancianos su aportación es mínima.

Estos datos son algo anticuados ya pertenecen a investigaciones realizadas en el año 2000, y durante estos 9 años, estos temas han ido evolucionando aunque muy lentamente.
Aún así estos resultados nos dejan la sensación que la paridad en lo doméstico es más una ilusión, un ideal que queremos alcanzar, pero que no es tan fácil como parecía,
Las mujeres seguimos haciendo la mayoría de las tareas domésticas y de crianza de nuestros hijos a pesar de habernos incorporado al mercado del trabajo remunerado, lo que nos lleva a pensar que nuestra situación si cabe, es peor que la de antes, ya que nos vemos obligadas a realizar los mismos esfuerzos que antes, casi en solitario, además de tener que encargarnos de nuestra carrera profesional, ya sea por motivación personal, o por obligaciones económicas.
Parece que la paridad en lo doméstico esta siendo más difícil de alcanzar que la paridad en lo laboral o lo político, que todavía no podemos decir que hayamos alcanzado, pero si podemos decir que tiene una evolución más rápida, en parte gracias a la creación de leyes, que han hecho que los varones tengan que aceptar la igualdad con las mujeres.


Existen una serie de supuestos obstáculos, dificultades o fallos que impiden a los varones su mayor implicación:

  1. La retórica de la conformación del mercado de trabajo: según esta la poca participación masculina estaría fomentada por el poco tiempo del que el varón dispone debido a sus obligaciones profesionales, la rigidez horaria por ejemplo.
  2. La retórica de los roles: Según esta los roles establecidos para las mujeres y para los hombres están tan establecidos en nuestra cultura, que necesitan de mucho tiempo para ser derribados, algo que no se sustenta, ya que los roles de las mujeres amas de casa estaban también fuertemente establecidos y las mujeres no hemos necesitado tanto tiempo para salir al mercado laboral, ya sea de manera voluntaria u obligada por las necesidades económicas.
  3. La retórica de la confusión masculina: según esta el varón está desconcertado ante tantos cambios, y esto le resulta un obstáculo para evolucionar hacia la paridad doméstica.


Estos son algunos de los motivos que definen algunos hombres como excusa para no acercarse a esta paridad que por supuesto, supone un esfuerzo que muchos no están dispuestos a hacer.

Aún así la realidad es que poco a poco la paridad va calando en la sociedad, gracias a la lucha de muchas mujeres y hombres que tratan de concienciar y de crear recursos de sensibilización que ayudan a que la sociedad comprenda esta necesidad de igualdad.


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