Para lograr una concentración óptima, a parte de evitar pensamientos que puedan conducir a la distracción, hay que intentar olvidarse también de pequeñas manías corporales que también pueden conducir a la distracción.
Pequeños malos hábitos como chocar las rodillas o apretar los dedos hasta hacerlos chasquear influyen en la concentración de las personas, por lo que sería conveniente dejarlos fuera de las costumbres cotidianas.
Es recomendable también abandonar actividades como comer demasiado, quedarse hasta tarde en la cama por las mañanas.
Paradójicamente se trata de concentrarse en evitar un comportamiento para conseguir mayor concentración.
El cuerpo es un disco emocional que graba sus propias creencias e impresiones al que hay que ordenarle relajación
En cuanto a la mente, liberarla de irritabilidad de la vida diaria, será un gran aporte a una mejor concentración.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.