– Todas las mañanas y durante un par de minutos realiza el siguiente ejercicio: sitúa las yemas de los dedos índice, corazón y anular de ambas manos en la base de la nariz y desplázalas una y otra vez, ejerciendo una leve presión, en dirección a las orejas.
Este ejercicio conferirá prestancia a tu piel y retardará la aparición de arrugas.