– Una vez me tocó ir con todos mi compañeros de universidad a acampar con nuestro profesor y el curso de otro profesor, a la reserva ecológica de Cerro Blanco, en Guayaquil, Ecuador.
En la noche, a la hora de dormir, nos separamos por grupos grandes. En el nuestro, invitamos a nuestro guía a platicar y nos empezó a contar historias del lugar, en su mayoría de duendes.
Sé que no es una experiencia, propia pero recuerdo que pasamos toda la noche en vela por todo lo que los contó.
Resulta que la zona es principalmente de bosque, y en lo más interior vive un guardián solo, el cual una madrugada, empezó a escuchar el maullar insistente de un gato, y lo intentó espantar a gritos desde su cama pero después de una pausa, el gato comenzó otra vez.
Luego de tres veces de tratar de espantarlo resolvió levantarse, y se asomó a la ventana pero no vio nada, sin embargo escuchó entonces una risa a su espalda que lo dejó helado. Cuando se volteó vio a un duende sentado en la cama de él riéndose y maullando como gato.
Tenía los pies hacia atrás, una cara de viejo y un sombrero gigante, así que, ¡¡ni patitas para que te tengo!!
El señor salió corriendo y se encerró en un cuarto de la planta baja, durante el resto de la noche.
El gato duende siguió haciendo ruidos extraños, rasguñó el piso de la planta alta y siguió maullando pero el pobre hombre no se atrevió a salir hasta que vio la luz del día y todo en silencio.
De ahí en adelante, se trajo a vivir con él a la esposa para no quedarse solo.
Nota: En el transcurso de nuestra vida, hemos oído y en ocasiones hemos experimentado, experiencias y vivencias inexplicables, aquí muchas personas, han expuesto lo que han vivido y sentido… Si deseas conocer muchas más experiencias puedes consultar nuestro gran indice de vivencias, haciendo Clic Aquí