De cara a una fiesta o fecha señalada, ¡nada de cambios de peinado en el último instante!.
Pueden surgir desastres irreparables.
Si se quiere cambiar drásticamente de estilo conviene hacerlo cuanto antes, con el fin de tener tiempo para acostumbrarse al nuevo aspecto y, sobre todo, que se pueda rectificar si fuera necesario.
Los cuidados que sean habituales, como el tinte, deben hacerse dos semanas antes de la fiesta.
Esa misma tarde se procederá al lavado y acondicionado del cabello.
Una sola jabonada será suficiente, salvo que se encuentre muy sucio.
Los restos de champú dejan el pelo mate, por lo que conviene aclararlo abundantemente y terminar con un chorro de agua fría.
Si lo que se desea es llevar la melena lisa, una vez quitada la humedad con la toalla, se trabajará cada mechón con el secador.
Al concluir se aplicará un spray fijador de brillo.
Si lo que se quiere es mucho volumen, lo mejor es utilizar una espuma con el pelo húmedo y secar con la cabeza hacia abajo.
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