Originaria del sur de África, esta planta perenne también se cultiva en muchos países tropicales y subtropicales.
Como el ajo o la cebolla, pertenece a la familia de las liliáceas y en su edad adulta alcanza unos 60-70 centímetros.
Parecida a una pita pequeña, adquiere un color verde claro en sitios sombreados, mientras que cuando recibe mucho sol y poca agua vira al marrón.
Al realizar un corte en una hoja segrega un líquido amarillo de olor y sabor amargo llamado acíbar, una sustancia empleada desde la Antigüedad en la elaboración de recetas magistrales.
Al Aloe Vera, cuyo poder se compara con el del diamante en el reino mineral, se le han atribuido también muchas propiedades esotéricas.
En algunas culturas es tratada como guardián o portadora de buena suerte porque a su juicio protege los hogares y negocios de las personas que las cuidan.
En Sudamérica, México y América Central, se planta en el camino de acceso a la casa o junto a la puerta para que absorba las energías negativas.
Otros pueblos también le confieren esa virtud protectora y cuelgan su raíz detrás de la puerta de entrada.
También está presente en los rituales chamánicos en aras de su gran poder energético;y en el plano místico. el don de purificar el alma.
La NASA la tiene en sus vitrinas vegetales porque absorbe el 90% de la toxicidad que desprenden algunos materiales modernos ( PVC, fibra de vidrio, barniz…), así como las radiaciones que emiten ordenadores, televisores y otros aparatos electrónicos.
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