Relajarse, respirar mirar hacia atrás y empezar de nuevo.
Este es el punto de partida para lograr la armonía interior.
Darse un respiro de vez en cuando, siempre viene bien
Puede hacerlo en medio de la jornada más estresante mediante la práctica de un par de respiraciones profundas cuando sienta que el trabajo le va a sobrepasar
Otro pequeño consejo es fijar la vista en un cuadro o póster con una imagen que le evoque vitalidad: un paisaje profundo, el mar, parajes en los que predominen colores claros… Recurra siempre a la naturaleza.
Pasear es otro remedio que no falla. Un paseo de 15 minutos diarios aumenta considerablemente la vitalidad y relaja el organismo.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.