– En decoración, los colores si se los utiliza convenientemente pueden cambiar los volúmenes.
Si quieres hacer que una habitación parezca mayor, emplea tonalidades claras (el blanco es ideal), sobre todo en las paredes de frente a la ventana.
En contrapartida, evita usar en estas paredes los tonos pastel, ya que la iluminación frontal hace que se vean tristes.
Una habitación demasiado alta puedes “rebajarla” si pintas el techo en un tono mate más oscuro que las paredes.
A la inversa, una habitación parecerá más alta si pintas su techo en color brillante y más claro que sus paredes. Ilumina, además, bien el techo.
Alargarás una habitación estrecha si la empapelas con un papel a rayas horizontales en sus paredes más estrechas.
– Procura que la decoración y los colores estén en función del destino de la habitación.
Los tonos vivos son apropiados para espacios de mucho paso, en los que haya mucho movimiento: cocina, entrada…
Los cálidos y suaves van bien en piezas de “estar”, ya que, entre otras cosas, realzan los muebles.
En los dormitorios cada cual debe elegir el tono que considere de su gusto, aunque convendría prescindir, de todos modos, de colores agresivos.
Elige preferentemente colores claros para las habitaciones oscuras, evitando el azul y el malva que dan sensación de frialdad.
– Una pared pintada en un tono oscuro produce el efecto acortar las distancias.
El efecto contrario se consigue evidentemente pintándola en tonos claros.
Y lo mismo un techo: un techo excesivamente alto puede corregirse por el sencillo sistema de pintarlo en tono más oscuro que las paredes, y si pintas en ese mismo tono la parte alta de las paredes, el efecto se acentuará todavía más.
Pintándolo en tonos más claros que las paredes lograrás que la habitación parezca más alta.
– Los psicólogos especializados en el ámbito de la decoración de oficinas consideran que el azul y el verde son colores que ponen de buen humor a quienes trabajan en espacios pintados con estos colores.
Aconsejan también que se prescinda del anaranjado, color que despierta agresividad.
Por otra parte, afirman que las diversas tonalidades del gris deprimen a la gente.
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