Los
viejos tajadores (tablas) de madera son más seguros que los modernos de plástico.
Realizada una siembra de gérmenes – el de la salmonela, por ejemplo,
entre ellos – sobre un tajador de madera, sólo tres minutos después
todos habían perecido. En cambio, sobre plástico estos mismos gérmenes
se mantuvieron durante horas.