Para que la comida no se te pegue a una sartén de aluminio, frótala antes con sal gorda. Y si calientas la sartén antes de echar el aceite, los alimentos que frías luego no se te agarrarán.
También para que no se agarre el alimento a las sartenes funciona lo siguiente: empieza por darle la vuelta y someter su interior a la acción directa del fuego durante dos o tres minutos. Espera un par de minutos después a que se enfríe un poco y frota el interior con un paño empapado en aceite.
Cuando la sometes a un fuego de leña, para evitar que se ahumen por fuera las sartenes, frótalas previamente con un pedazo de jabón.
Frota la sartén oxidada con un tapón de corcho mojado en aceite de oliva.
Un poco de sal en la sartén evitará que el aceite te salpique cuando frías.
No llenes en exceso cazos y sartenes. Podría vertirse el líquido, apagar la llama del fuego y producir un desastre.
Para apilar sartenes antiadherentes sin que se rayen intercala unos platos de cartón entre ellas.