Si bajo el recipiente en que vas a preparar la mayonesa pones un paño húmedo doblado en cuatro, podrás montar mejor tu salsa sin correr el peligro de que el recipiente salga bailando en todos sentidos.
Aunque la mayonesa se haya cortado, no la tires. Si no tienes prisa, métela en la nevera y déjala en ella unas cuantas horas. El frío la compondrá.
Añádele nata, a razón de 2/3 de mayonesa por uno de nata, y la mayonesa resultará más ligera.
También quedará una mayonesa más ligera, añádele una cucharada sopera de agua caliente cuando ya la tengas lista.
Para obtener una taza de mayonesa, emplea 1 yema de huevo, 150 gr. aprox. de aceite. el zumo de 1/2 limón, sal y pimienta.
Añade 1/2 cucharada sopera de salsa de soja a la mayonesa para resaltar su sabor.
La forma más sencilla de aligerar mayonesa es reemplazando el aceite por queso fresco. Luego puedes aderezarla con finas hierbas, curry, concentrado de tomate o incorporándole una clara de huevo montada a punto de nieve.
Si preparas una mayonesa para acompañar un plato de crustáceos, añádele unas hojas de menta fresca trinchadas.