– No deben abonarse las plantas recién trasplantadas hasta transcurrido un mes desde que se efectuó el trasplante.
Hay que dejarle tiempo a la planta para que se habitúe a su nuevo emplazamiento, en el que, por otra parte, ya hallará, de momento, las substancias nutritivas que precise.
– Las plantas jóvenes recién trasplantadas no deben abonarse hasta transcurridas entre cuatro y seis semanas, dado que la nueva tierra que les facilitas contiene alimento suficiente.