– Para que el marfil recupere su blancura original dale un baño de leche de 24 horas y pásale luego agua oxigenada.
– La sal de cocina disuelta en el zumo de medio limón es lo mejor para devolver la marfil su tono original.
– El marfil que se ha puesto muy amarillo puedes limpiarlo con un paño de hilo empapado en alcohol.
– Para devolverle al marfil todo su esplendor, humedece un paño en una solución de agua con sal. Ve con cuidado porque la sal no debe tocar en ningún momento directamente el marfil. Aguarda un par de minutos y lústralo. Para nutrirlo, pásale a continuación un poco de aceite. Otra solución más rápida es la que consiste en sumergir la pieza de marfil en un baño de leche.
– Las manchas amarillas del marfil se pueden eliminar si las frotas con un algodón mojado en agua oxigenada.