– Si la mantelería, especialmente si es delicada, tiene manchas de vino o las servilletas, huellas de lápiz de labios, déjala a remojo toda una noche en agua mineral.
– Si el mantel de algodón se manchó de té, quita la mancha con zumo de limón y luego enjuaga con agua fría.
– Haz un salvamanteles de urgencia con varios diarios o revistas envueltos en papel de aluminio.
– Las manchas de huevo en las mantelerías deben quitarse frotando insistentemente con agua fría; nunca con agua caliente.
– Echa una gota de detergente lavaplatos sobre las manchas de grasa de los manteles antes de meterlas en la lavadora.
– La mancha de café sobre un mantel blanco saldrá mejor si la humedeces con unas gotas de zumo de limón antes de lavarlo.
– Para limpiar un mantel de tela encerada, frótalo con una clara de huevo montada a punto de nieve. Deja secar después.