– Para que el lavaplatos pueda cumplir bien sus funciones,
– Elimina los restos de comida de los platos antes de introducirlos en la máquina.
– Pon los cubiertos en el cestillo con el mango en alto.
– Los vasos deben ir boca abajo.
– Evita que pueda haber cacharros cabalgando unos sobre otros.
– Limpia regularmente el filtro de los eventuales restos que pueda contener.
– Si seleccionando el programa te pasaste del número elegido, no vuelvas atrás, da una vuelta completa para no estropear el programador. Y, por la misma razón, no trates de modificar el programa cuando ya esté en funcionamiento.
– Si los vasos salieran del lavaplatos marcados con rastros blancuzcos, reduce la dosis de detergente.
– Detén el lavaplatos antes del “secado” y deja la puerta abierta. Las cosas se secarán solas y ahorrarás energía.
– No es preciso que casi friegues los platos antes de meterlos en el lavavajillas, pero sí que elimines de ellos los restos de comida. Los cubiertos deben colocarse con el mango hacia arriba, y los vasos, boca abajo. Evita poner cacharros que cabalguen unos sobre otros. No te olvides de retirar periódicamente los eventuales restos de comida que pueda contener el filtro. Y si vives en una zona donde el agua es muy dura, cada cuatro o cinco lavados añade sal al depósito.