– Por término medio la calefacción representa el 45% de la factura de la electricidad gastada en una vivienda de 100 m2 con cuatro personas. Para rebajar estas cifras:
Descuelga los convectores que tengas colgados de la pared para mejorar la circulación del aire en torno del aparato.
Quita el polvo de las rejillas de los convectores una o dos veces por año.
Regula la temperatura de las habitaciones por medio de los termostatos, preferentemente electrónicos.
Si quieres calentar una habitación, absténte de poner el termostato al máximo, pues no por ello se alcanzará antes la temperatura deseada. Basta con que lo regules a esa temperatura a que quieres estar.
Procura que si hay varios termostatos en una habitación estén todos ellos a la misma temperatura.
– Si vas a estar fuera varias horas, baja la temperatura del termostato 4º, o recurre a una posición económica si el termostato la incluye en programa. Una diferencia de 4º entre las 8 y las 17 horas representa un ahorro del 12% en la factura de electricidad.
– Para ausencias superiores a 24 horas, pon los termostatos en la posición “anticongelación”.
– Reduce las pérdidas de calor corriendo los visillos y cortinas por la noche, así como el tiro de la chimenea, una vez extinguido ya el fuego.
– Si quieres que una habitación esté a una temperatura determinada, regula el termostato a esa temperatura, no a la máxima. No por ponerlo a la máxima temperatura ésta se conseguirá antes.
– Si hay más de un termostato en una pieza, procura que todos estén a la misma temperatura.